• Economía Decisiones arriesgadas que marcan a Canarias

    03/09/2025 | 07:12   |   Redacción 

    Decisiones arriesgadas que marcan a Canarias

    A lo largo de la historia, el archipiélago ha visto cómo decisiones atrevidas, desde apuestas empresariales hasta cambios sociales y transformaciones culturales, han marcado su identidad.


    Canarias siempre ha sido una tierra de contrastes, donde el valor y la iniciativa han definido su camino.

    A lo largo de la historia, el archipiélago ha visto cómo decisiones atrevidas, desde apuestas empresariales hasta cambios sociales y transformaciones culturales, han marcado su identidad.

    Muchas de estas elecciones no solo han cambiado el destino de las Islas, sino que también han demostrado la importancia de asumir riesgos para avanzar.

    En este artículo analizamos cómo ese espíritu audaz sigue influyendo en el desarrollo y la personalidad única de Canarias.

    El espíritu del riesgo: la fuerza que impulsa la evolución en Canarias

    En Canarias, el riesgo no es solo una palabra, sino un elemento que ha definido su evolución social y económica a lo largo de los siglos.

    Desde los primeros comerciantes que cruzaron mares inciertos hasta quienes apostaron por nuevas formas de economía, las Islas han estado marcadas por una inclinación a tomar decisiones fuera de lo seguro.

    Esta mentalidad recuerda mucho a la emoción de participar en ApuestasGuru, donde cada jugada implica medir posibilidades y aceptar la incertidumbre para alcanzar una ganancia real.

    No todos los riesgos han resultado en éxito inmediato. Sin embargo, incluso los intentos fallidos han servido para abrir caminos y cuestionar modelos antiguos que limitaban el crecimiento.

    Lo he visto tanto en empresarios que lanzan proyectos desde el aislamiento geográfico como en colectivos sociales que desafían tradiciones para exigir mayor igualdad o modernización.

    Cada vez que alguien se atreve a cambiar las reglas del juego, contribuye a la identidad resiliente y creativa de las Islas. Es este espíritu el que ha convertido al archipiélago en un lugar donde la innovación y el progreso florecen cuando otros apostarían solo por lo conocido.

    Empresarios y pioneros: innovar desde el archipiélago

    Canarias nunca se ha conformado con sus límites naturales. A lo largo de las décadas, su tejido empresarial ha estado formado por personas que decidieron arriesgar y apostar por ideas poco convencionales.

    Desde empresarios tradicionales que reinventaron sectores hasta jóvenes pioneros del ecosistema digital, la valentía ha sido clave para transformar la economía insular.

    No se trata solo de sobrevivir en un territorio fragmentado y alejado del continente. Lo que destaca es cómo el espíritu innovador ha convertido retos en oportunidades, abriendo caminos en turismo, tecnología, agricultura y energías limpias.

    Estas decisiones valientes siguen influyendo en la imagen de Canarias como un lugar donde la creatividad y el coraje marcan la diferencia cada día.

    Turismo: de enclave remoto a referente internacional

    A mediados del siglo XX, apostar por el turismo en Canarias era un salto al vacío. La economía insular dependía del plátano y el tomate; pensar en visitantes internacionales sonaba arriesgado e incluso utópico para muchos.

    Sin embargo, algunos visionarios apostaron por construir hoteles, desarrollar infraestructuras y promocionar las Islas como un destino único de sol y naturaleza durante todo el año.

    Pese a la incertidumbre económica global o las distancias con los principales mercados emisores, la apuesta resultó ganadora. Hoy, Canarias es uno de los destinos turísticos más valorados del mundo.

    Este cambio radical no solo generó empleo sino también impulsó mejoras urbanas y culturales. La lección es clara: quienes arriesgaron cambiaron para siempre la historia local e inspiraron nuevas formas de entender el desarrollo económico.

    Startups y economía digital: nuevos horizontes

    En los últimos años, el auge tecnológico ha impulsado a jóvenes emprendedores canarios a desafiar viejos paradigmas. Lanzar una startup digital desde las Islas supone asumir riesgos frente a limitaciones logísticas o recursos reducidos.

    Sin embargo, proyectos como Startup Artis Development, reconocida entre las 100 más innovadoras de España en 2024, demuestran lo que ocurre cuando se prioriza la innovación sobre el miedo al fracaso.

    Esta empresa apostó fuerte por soluciones digitales para empresas locales y nacionales. Su crecimiento rápido no fue casualidad sino resultado directo de atreverse a crear modelos nuevos adaptados al entorno canario.

    Lo que más impresiona es cómo estas iniciativas ayudan a diversificar la economía insular y colocan a Canarias en el mapa tecnológico nacional e internacional. El mensaje es claro: arriesgar puede abrir puertas insospechadas incluso desde territorios alejados de los grandes polos industriales.

    Agricultura y energías renovables: diversificar para sobrevivir

    Apostar todo a una sola carta ya no es opción para Canarias. Por eso, muchas empresas agrícolas han elegido diversificarse con cultivos ecológicos o apostar por productos únicos como aloe vera o vinos volcánicos adaptados al clima local.

    La sostenibilidad también impulsa inversiones en energías renovables, especialmente solar y eólica. Aunque esto exige inversión inicial elevada y asumir cierta incertidumbre regulatoria o tecnológica, cada vez más fincas combinan producción agrícola con generación limpia.

    No solo se trata de reducir costes energéticos; también fortalece la resiliencia frente a crisis externas y contribuye al objetivo regional de descarbonización antes de 2040. Iniciativas así muestran que tomar riesgos calculados puede proteger empleos rurales mientras cuidan del entorno natural único del archipiélago.

    Cada paso valiente hacia nuevas fórmulas productivas ayuda a asegurar que Canarias siga siendo sinónimo de adaptación e ingenio frente al cambio constante.

    Cultura, sociedad y decisiones colectivas

    La historia reciente de Canarias no se entiende sin la valentía colectiva de quienes han apostado por cambiar las reglas sociales y culturales.

    Desde plataformas ciudadanas hasta creadores que rompen moldes, el impulso por arriesgarse ha tejido una identidad insular fuerte y plural.

    Muchas de estas decisiones no solo han modernizado el tejido social, sino que también han inspirado nuevas formas de participación, creatividad y convivencia en las Islas.

    Movimientos sociales y participación ciudadana

    En Canarias, los movimientos sociales han logrado avances notables gracias a la decisión de asumir riesgos ante realidades complejas.

    Plataformas vecinales que luchan por la vivienda digna, colectivos ecologistas enfrentando intereses económicos o asociaciones defensoras de los derechos LGTBI+ son solo algunos ejemplos.

    No es raro ver a ciudadanos organizando manifestaciones para exigir servicios públicos de calidad o defendiendo el patrimonio natural frente a grandes proyectos urbanísticos.

    El movimiento “Salvar La Tejita”, que reunió a miles contra la construcción en una zona protegida en Tenerife, marcó un antes y un después en la defensa del entorno local.

    Lo que realmente destaca es cómo estas iniciativas se nutren de la convicción de que el cambio social pasa por arriesgarse a salir del conformismo y actuar en colectivo.

    Apuestas por la cultura y el arte local

    La cultura canaria se ha revitalizado en los últimos años gracias a proyectos que apuestan fuerte por la innovación y lo autóctono.

    Festivales independientes, residencias artísticas o espacios colaborativos han surgido pese a presupuestos ajustados o falta de tradición institucional en algunas disciplinas.

    No puedo dejar de mencionar cómo iniciativas como “Canarias Artes Visuales” o ciclos musicales alternativos lograron conectar generaciones e impulsar nuevos lenguajes artísticos fuera del circuito comercial habitual.

    Patrimonio Cultural Canario: En 2023, el Gobierno de Canarias impulsó proyectos culturales innovadores para reforzar la identidad insular. Apostaron por actividades participativas que implican activamente a la comunidad, marcando tendencia al poner en valor las raíces con propuestas actuales y arriesgadas. Este tipo de decisiones refuerzan el orgullo local y abren puertas al talento emergente.

    Diversidad e inclusión: decisiones que transforman

    Asumir el reto de fomentar sociedades más igualitarias nunca es sencillo ni inmediato. En Canarias, colectivos diversos han impulsado acciones decididas para favorecer la integración desde las aulas hasta los barrios más pequeños del archipiélago.

    Desde programas educativos bilingües en zonas rurales hasta campañas públicas contra la discriminación racial o proyectos pioneros enfocados en accesibilidad universal, cada paso ha requerido superar resistencias sociales e institucionales significativas.

    A mí me ha sorprendido ver cómo entidades como Plena Inclusión Canarias logran crear redes donde personas con discapacidad intelectual participan plenamente en eventos culturales o deportivos. Estas pequeñas grandes apuestas contribuyen a construir una comunidad más abierta donde todos encuentran su lugar sin importar su origen ni condición personal.

    Cada iniciativa marca un camino hacia una Canarias más inclusiva y solidaria. Son esas decisiones arriesgadas las que siembran cambios reales y duraderos para generaciones futuras.

    Medioambiente y sostenibilidad: el reto de decidir por el futuro

    Cuidar el entorno en Canarias nunca ha sido tarea sencilla ni popular.

    Las islas enfrentan desafíos únicos que exigen valentía para elegir la protección ambiental sobre intereses económicos a corto plazo.

    De la gestión de espacios protegidos a inversiones en energía renovable, las decisiones arriesgadas han marcado una diferencia real.

    La apuesta por la sostenibilidad no solo protege el paisaje, sino que define el tipo de desarrollo que los canarios quieren para su tierra.

    Protección de espacios naturales y biodiversidad

    Defender la riqueza natural de Canarias requiere mucho más que leyes; implica priorizar lo irrecuperable frente al beneficio inmediato.
    No son pocos los casos en los que la presión inmobiliaria o turística ha chocado con el interés por conservar zonas protegidas como Garajonay o Timanfaya.

    Un ejemplo reciente es la resistencia ciudadana ante proyectos urbanísticos cerca de áreas sensibles, donde colectivos y ayuntamientos han decidido plantar cara pese a las críticas o la posible pérdida de inversión externa.

    Esta firmeza ha permitido preservar hábitats únicos y especies endémicas que forman parte del orgullo canario.
    Apostar por el equilibrio entre crecimiento y conservación sigue siendo uno de los mayores retos para quienes toman decisiones en las Islas.

    Transición energética: hacia un modelo más limpio

    Migrar hacia energías limpias no solo responde a una moda global; en Canarias se trata, muchas veces, de una cuestión de supervivencia medioambiental y económica.

    Apostar por parques eólicos o plantas fotovoltaicas supone enfrentar resistencias políticas, sociales e incluso logísticas, dado el aislamiento del archipiélago respecto al continente.

    Sin embargo, proyectos pioneros como Gorona del Viento en El Hierro han demostrado que arriesgarse puede dar resultados impresionantes: toda una isla funcionando casi exclusivamente con energías renovables durante varios días seguidos es un hito local y mundial.

    Cada nueva inversión reafirma una apuesta colectiva por reducir emisiones y construir un futuro menos dependiente del petróleo, aunque suponga asumir costes iniciales elevados o cambiar hábitos profundamente arraigados.

    Educación ambiental y participación juvenil

    No hay cambio duradero sin involucrar a quienes heredarán la responsabilidad del territorio: las nuevas generaciones.
    Cada vez más escuelas e institutos participan activamente en proyectos vinculados a la sostenibilidad gracias al impulso institucional y social reciente.

    Red Canaria InnovAS, relanzada en 2023-2024, es buen ejemplo: fomenta prácticas ambientales responsables e involucra a jóvenes canarios en diseñar soluciones innovadoras desde sus centros escolares.

    El efecto va más allá del aula. Estos programas demuestran que educar con visión sostenible también significa enseñar a tomar riesgos informados por el bien común. En mi experiencia, este tipo de iniciativas despierta orgullo local y cultiva líderes comprometidos desde pequeños con el futuro de las Islas Canarias.

    Conclusión

    Asumir riesgos nunca ha sido fácil en Canarias, pero esas decisiones han marcado el pulso de la historia y el presente de las Islas.
    Innovar, defender la cultura local y apostar por la sostenibilidad no solo abren caminos nuevos, también ayudan a preservar lo que hace única a esta tierra.

    El ejemplo canario demuestra que, incluso en momentos de incertidumbre, arriesgar es muchas veces la mejor forma de avanzar y fortalecer la identidad colectiva.

    Mirando hacia adelante, seguir apostando por el cambio será esencial para afrontar los retos del futuro con confianza.

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