• Sociedad La fe de una madre venció al océano

      

    07/10/2025 | 20:00   |   Redacción 

    La fe de una madre venció al océano

    Natividad Collado, madre de Lionel Ramírez, agradece la solidaridad de un archipiélago que no se rindió hasta verlo regresar.


    Por Redacción | RADIO LAS PALMAS

    La entrevista realizada por Dulce María Facundo en el programa Buenos Días a las 8 de Radio Las Palmas recogió uno de los testimonios más sobrecogedores del año. Natividad Collado, madre de Lionel Ramírez, el joven deportista que sobrevivió tras permanecer dos días desaparecido en el mar con su moto acuática, revivió ante los micrófonos la angustia y el alivio que marcaron la experiencia más dura de su vida. Su relato permitió entender no solo la magnitud del rescate, sino también la fortaleza de una madre que nunca perdió la fe.


    Horas de incertidumbre total

    La desaparición de Lionel Ramírez desató un clima de desesperación familiar y social. Natividad se encontraba trabajando cuando recibió la llamada de su hija. La policía había informado que buscaban a su hijo en el agua. En ese instante todo se detuvo. La madre recordó que gritó tan fuerte que los vecinos salieron alarmados. La noticia de la búsqueda rompió la rutina de la familia, que pasó las siguientes noches sin dormir, pendientes del teléfono y de cualquier señal de esperanza.

    A pesar del miedo, Natividad mantuvo una convicción firme. Conocía a su hijo, sabía de su fortaleza y su carácter. Repetía una idea que se transformó en su refugio emocional: mientras la moto no apareciera, él seguiría aferrado a ella. Esa certeza, nacida del instinto y el amor, la sostuvo durante las horas más largas. Cuando llegó la confirmación de que Lionel había sido hallado con vida a dieciocho kilómetros de la costa, la intuición se convirtió en verdad y alivio.

    El rescate y la recuperación

    Lionel fue trasladado al hospital con signos de deshidratación y agotamiento extremo. Pasó un día en la UCI para restablecer la función de algunos órganos afectados por la falta de agua. Sufrió quemaduras solares, irritación ocular y heridas en la piel causadas por la exposición prolongada al sol y al salitre. Natividad relató que su hijo aún sentía dolor en el pecho al tragar, aunque mantenía su sentido del humor intacto. La imagen que más la impresionó fue verlo con las nalgas heridas y los ojos enrojecidos, una muestra visible de lo que había resistido en el mar.

    Durante la conversación en Radio Las Palmas, la madre explicó que Lionel le había contado los momentos más duros de la travesía. La primera noche fue la más angustiosa. Las corrientes lo arrastraron sin descanso, obligándolo a amarrarse con la mano a la moto. Al amanecer comprendió que estaba lejos de la costa cuando dejó de ver las luces de la isla. Esa distancia, convertida en oscuridad y silencio, lo acompañó hasta que fue rescatado. Natividad admitió que, pese a haber pasado una semana, todavía le cuesta dormir.

    Canarias unida por Lionel

    El caso de Lionel Ramírez conmovió a Canarias entera. Natividad quiso agradecer públicamente a todas las personas que participaron en la búsqueda. Mencionó la colaboración de Cruz Roja, Salvamento Marítimo y la solidaridad de la ciudadanía de Gran Canaria, Tenerife y La Gomera, que salieron con sus embarcaciones a rastrear el mar abierto. Subrayó que se sintió acompañada por un pueblo que no se rindió y que hizo suya la angustia de una madre.

    También tuvo palabras de reconocimiento para los medios de comunicación, que ayudaron a difundir la alerta y mantener viva la atención pública. Admitió que al principio sintió que los esfuerzos eran insuficientes, convencida de que su hijo no estaba cerca de la costa. La experiencia confirmó su presentimiento. Lionel fue localizado mar adentro, exactamente en el punto donde ella intuía que resistía, aferrado a su moto y a la vida.


    El testimonio de Natividad Collado resume el poder de la esperanza frente a la adversidad. Su voz representa la fe y la gratitud de una madre que desafió al mar con su convicción. Hoy, cuando recuerda lo sucedido, solo repite una palabra que resume todo lo vivido: gracias. Gracias por la solidaridad, por el esfuerzo colectivo y por el regreso de su hijo, que volvió a tierra firme después de mirar de frente al océano.

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