El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, recoge la plantación de 335 árboles y arbustos autóctonos sobre un espacio de 22.500 metros cuadrados y 600 metros de longitud.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha adjudicado la renaturalización del lagartario de Tamaraceite, dentro del Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta, con el que se busca generar refugios y bebederos para la conservación y protección de reptiles como el lagarto de Gran Canaria (Gallotia stehlini).
El contrato, que ha sido adjudicado por 305.000 euros a la empresa Hermanos Medina La Herradura, recoge la construcción de rocallas naturales, así como la siembra de 335 árboles y arbustos autóctonos para ofrecer un espacio adecuado para el lagarto de Gran Canaria, una especie endémica de alto valor ecológico y social para el municipio.
Esta iniciativa desarrollada por la Concejalía de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) que, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y los fondos Next GenerationEU de la Unión Europea, financia la actuación con cerca de 4 millones de euros. El Ayuntamiento aporta otros 210.400 euros.
Con este proyecto, el Ayuntamiento continúa contribuyendo a la regeneración y puesta en valor de la biodiversidad autóctona, en este caso mediante una representación faunística de gran impronta social en la zona. A este contrato se suma el de Hoya Andrea, también ya adjudicado, y los de Siete Palmas y Almatriche; Las Torres, El Pilar y Barrio Atlántico; y el barranco de La Ballena, que se encuentra en fase de licitación.
22.500 metros cuadrados
Los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de 3 meses, se desarrollarán en un espacio de unos 22.500 metros cuadrados y 600 metros de longitud sobre el cauce del barranco de Tamaraceite con el objetivo de favorecer la viabilidad de esta especie que se encuentra en régimen de protección especial.
Este proyecto, uno de los siete que componen el Corredor Verde, recoge también la limpieza del cauce con la erradicación de especies vegetales invasoras como el rabo de gato (Pennisetum setaceum), la caña común (Arundo donax), el tartaguero (Ricinus conmmunis) y el tabaco moro (Nicotiana glauca).
En su sustitución, se plantarán un total de 335 árboles y arbustos de especies endémicas y autóctonas. De estos, 30 serán tabaiba dulces, 30 tabaiba amargas, 15 cardones, 30 salados verdes, 30 granadillos, 35 tajinastes blancos, 35 cornicales, 30 guaydiles, 25 vinagreras, 15 acebuches, 15 dragos, 20 tarajales y 25 balos.
De esta forma, se fortalece la infraestructura verde urbana y se mejoran las condiciones de biodiversidad en el espacio urbano, e incentiva su conexión con los espacios protegidos y área rural del entorno a través de senderos.
En este sentido, el proyecto de renaturalización del lagartario de Tamaraceite incluye la instalación de cuatro paneles informativos de madera de pino tratada, que ofrecerán contenidos didácticos sobre la biodiversidad del entorno.
Asimismo, se colocará una quincena de dados de hormigón de 700x700x500 milímetros que servirán de líneas de vida para los reptiles. Estos dados irán embutidos en el terreno con anclajes homologadas y certificados.
Estas intervenciones, en línea con la Orden TED/2018/2021 y financiada a través de la convocatoria 2022 de la Fundación Biodiversidad, responden a la necesidad urgente de proteger hábitats naturales frente a amenazas como la expansión urbana desordenada o la presencia de especies invasoras.
El Corredor Verde Tamaraceite – Ciudad Alta contempla la renaturalización de un espacio de 459.016 metros cuadrados con la plantación de más de 10.000 nuevos ejemplares de árboles, palmeras, arbustos y matorral que mejorarán las condiciones de biodiversidad en el espacio urbano.
El corredor de 12 kilómetros de longitud contará con conexiones entre los espacios urbanos y rústicos donde la naturaleza siempre estará presente. Estos enlaces incluirán la naturalización de aceras y recorridos peatonales en los barrios de Tamaraceite, Hoya Andrea, Los Tarahales, Siete Palmas, Las Torres, El Pilar, Barrio del Atlántico, La Minilla y Escaleritas mediante nuevos alcorques y franjas de plantación, que tendrán una mayor presencia de tierra frente al pavimento actual. Asimismo, contarán con nidos y elementos de guarda y alimentación de avifauna, así como mobiliario de divulgación natural y de estancia-descanso.
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