Sucesos

21/05/2025 | 08:50   |   Redacción 

Fallece Jabicombé, la voz irreverente que marcó el humor canario

Colaborador habitual de Radio Las Palmas, donde dejó una huella imborrable, Jabicombé era más que una voz: era una presencia que llenaba con luz cada intervención, cada pausa, cada risa.

El humorista grancanario Javier Santana Díaz, más conocido como Jabicombé, falleció este martes a los 58 años en su domicilio de Schamann, en Las Palmas de Gran Canaria. El pasado mes de noviembre había anunciado su retirada de los escenarios por motivos de salud, tras años marcados por una lucha constante contra la enfermedad. Aunque logró superar un linfoma que lo apartó temporalmente de la escena, una recaída reciente terminó por apagar una voz imprescindible del humor canario contemporáneo.

Con una trayectoria construida desde la periferia -territorial y artística-, Jabicombé supo convertir sus múltiples facetas en un lenguaje propio: actor, cómico, cantante y pianista, hilvanaba humor y crítica social en sus espectáculos, en los que daba vida a su célebre personaje, la “Barbra Straisend de Schamann”. Este álter ego, paródico y entrañable, le permitió articular una propuesta que desbordaba las etiquetas y que dialogaba con la identidad canaria sin complejos ni maquillajes. La peluca rubia y el desparpajo eran apenas una puerta de entrada a un universo tan local como universal.

En 2008, en plena consolidación de su carrera, fue diagnosticado con un Linfoma de Hodgkin, que superó después de años de tratamiento y de una férrea voluntad de mantenerse en activo. En ese proceso, los escenarios no fueron solo una vía profesional, sino también un soporte vital. Desde su barrio de siempre, Schamann, no solo ofreció humor: también fue pregonero de las Fiestas de los Dolores en Ciudad Alta en 2015, ejerciendo un tipo de arraigo que combinaba compromiso y ternura. Su último espectáculo, Massíntimö, que recuperó para los escenarios en junio de 2024 en el Auditorio Alfredo Kraus, sirvió como despedida involuntaria, pero digna.

Colaborador habitual de Radio Las Palmas, donde dejó una huella imborrable, Jabicombé era más que una voz: era una presencia que llenaba con luz cada intervención, cada pausa, cada risa. Sus amigos de la radio lo recuerdan como un ser humano generoso, sensible y profundamente divertido. La casa que tantas veces lo recibió en el aire lo despide hoy con el cariño intacto y transmite su más sentido pésame a familiares y allegados. Descanse en paz.