Sociedad

  

06/10/2025 | 13:22   |   Redacción 

«El amor siempre será más fuerte que el odio»

Nanda Santana transforma su experiencia de violencia machista y vicaria en un mensaje de esperanza y sanación a través del arte y la empatía.

Por Redacción | RADIO LAS PALMAS

En la sección Testimonio Violeta del programa La Otra Mañana, conducida por María José Ferrero bajo la dirección de Asunción Benítez en Radio Las Palmas, la periodista y doctora en Ciencias de la Información Nanda Santana relató con valentía su historia. Tras años enfrentándose a la violencia machista, vicaria e institucional, ha convertido su dolor en una fuerza de transformación personal y colectiva. Su testimonio, profundo y pedagógico, revela las grietas del sistema y la necesidad de una sociedad que abrace la empatía como herramienta de cambio.

Las raíces del maltrato

Nanda Santana explicó que la violencia comenzó cuando decidió separarse de su marido. Al principio percibió señales sutiles de control, pero pronto detectó algo más grave. La alarma se encendió cuando su pareja justificó la violencia física como método educativo hacia los hijos. A partir de ese momento, la violencia se intensificó «semana a semana, año a año», hasta convertirse en una espiral que la llevó a buscar protección para sus tres hijos.

Esa decisión, que debería haber marcado el inicio de la libertad, abrió en realidad la puerta a una nueva forma de sufrimiento: la violencia institucional.

Un sistema que no protege

La periodista denunció que el sistema sigue fallando en la atención a las víctimas por falta de formación especializada y empatía. Contó cómo, a lo largo de los años, explicó su situación a abogados, jueces, médicos, psicólogos y trabajadores sociales sin recibir una respuesta efectiva. «Una profesional me llegó a preguntar si mi pareja me pegaba. Le dije que no, que le pegaba a mis hijos. ¿Te parece poca manera de hacerme daño?», recordó con indignación.

Santana criticó también la persistencia de prejuicios machistas en la justicia y el uso del desacreditado síndrome de alienación parental, que aún se aplica para retirar custodias a madres protectoras. «Una cosa es la ley y otra cómo la aplican jueces y juezas machistas», lamentó.

Heridas que también son de los hijos

La violencia dejó una huella profunda en sus tres hijos. Uno de ellos vio afectado su rendimiento académico, otro su salud emocional. Nanda explicó que la ciencia ha demostrado cómo la violencia altera las áreas del cerebro responsables de la regulación emocional y del aprendizaje. Con el tiempo, algunos de sus hijos llegaron a normalizar los gritos y las humillaciones. «Como madre confío en que un día sanen esas heridas y reconozcan que lo que vivieron les hizo daño», afirmó.

La autora denunció además que muchas mujeres sufren el desgarro de ver cómo sus hijos son manipulados por el maltratador hasta el punto de perder el vínculo con ellos durante años.

La reconstrucción a través del arte

Pese al dolor, Nanda Santana transmite un mensaje luminoso. Asegura que el daño es reversible y que la sanación puede llegar por muchas vías: la terapia, la escritura, la cultura y la creación artística. Desde esa convicción nació Bejeque, un proyecto que une arte, conocimiento y cultura como herramientas de reparación emocional. «No todo el mundo puede pagar una terapia semanal. El arte y la escritura son caminos accesibles para sanar», explicó.

La periodista reclamó mayor inversión pública en los procesos de reparación del daño y subrayó que la empatía debe ser el eje de cualquier política contra la violencia machista.

Una lección de vida y amor

En el cierre de su intervención, Nanda pronunció dos frases que resumen su filosofía de vida: «Estamos vivas y de todo se sale también de la violencia machista» y «El amor con mayúsculas es la energía más potente del universo».

A través de una metáfora inspirada en El Señor de los Anillos, comparó la lucha contra la violencia con el viaje de Frodo hacia Mordor, recordando que el mal siempre es derrotado por la compasión. «El Señor Oscuro será aniquilado porque el amor siempre será más fuerte que el odio», concluyó emocionada.