• «El testamento vital es un acto de amor y no hay que dejar el final en manos de otros»

    Carmen Azpeitia reivindica la importancia de decidir con autonomía y aliviar la carga de la familia.


    Por Redacción | RADIO LAS PALMAS

    La doctora Mari Carmen Azpeitia, especialista en Salud Pública, miembro de la Comisión de Bioética del Colegio de Médicos de Las Palmas y de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente, fue entrevistada por Helena Sansiviero en el programa Desde Mi Hazotea de Radio Las Palmas. Con su amplia experiencia en bioética y su compromiso con los derechos al final de la vida, Azpeitia explicó por qué el testamento vital se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar dignidad y autonomía en la etapa más vulnerable de la existencia.

    De izquierda a derecha: Paola González, Nena del Rosario y Carmen Azpeitia.


    Decidir antes de no poder

    Azpeitia explicó que el testamento vital, también conocido en Canarias como Manifestación Anticipada de Voluntad, funciona como una carta al médico del futuro. En ella cada persona expresa de forma clara qué tratamientos acepta o rechaza en caso de perder la capacidad de comunicarse. Puede incluir decisiones sobre reanimación, respiración asistida, alimentación artificial, el lugar de atención o la donación de órganos. La especialista subrayó que este documento no solo respeta la autonomía del paciente sino que además alivia a las familias que se enfrentan a momentos de enorme presión emocional.
    Un derecho con respaldo legal

    El testamento vital está respaldado por la Ley de Autonomía del Paciente de 2002 y por la Ley Canaria de Dignidad al Final de la Vida de 2015. Su cumplimiento es obligatorio para los profesionales sanitarios y existen sanciones en caso de incumplimiento. El documento puede otorgarse a partir de los 18 años y también desde los 16 si se trata de una persona emancipada. Para formalizarlo se requiere presentarlo por escrito ante un funcionario, un notario o tres testigos. En Gran Canaria la sede principal se encuentra en la calle Juan XXIII. Una vez registrado pasa a formar parte de la historia clínica en el Servicio Canario de Salud. Desde 2021 el testamento vital incluye además una casilla específica para expresar la posición personal respecto a la eutanasia en caso de que se cumplan los requisitos legales.

    Datos que invitan a reflexionar

    Según datos actualizados en septiembre de 2025 Canarias cuenta con 24.352 testamentos vitales registrados, lo que supone un 0,9% de la población. El 71% se otorgó ante funcionario, el 26% ante notario y solo un 2% ante testigos. Las mujeres duplican a los hombres con 15.480 documentos frente a 8.872. Lanzarote se ha consolidado como referente regional con un crecimiento del 8% en cinco años frente al 3 o 4% en el resto de las islas, gracias a campañas de sensibilización y a estudios pioneros como el de la doctora Victoria Castiñeira en 2024.

    Romper el tabú de la muerte

    La Asociación Derecho a Morir Dignamente es la única en España que asesora sobre estos temas y cuenta con 40 años de experiencia y 8.500 afiliados. Azpeitia destacó que todavía persiste un tabú social al hablar de la muerte y defendió que planificar el final de la vida con un testamento vital es un acto de amor y de generosidad hacia los seres queridos.


    El testamento vital se presenta como una herramienta clave para garantizar autonomía, dignidad y tranquilidad en el final de la vida. Más allá de un trámite legal, es una decisión consciente que previene conflictos y libera de cargas emocionales a quienes acompañan en los momentos más difíciles. Asumirlo con responsabilidad es un paso hacia una sociedad comprometida y humana.


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