Política

  

23/06/2025 | 07:00   |   Redacción 

«Con más dinero que nunca, Las Palmas de Gran Canaria está peor que nunca»

Jimena Delgado hace balance de 'una década perdida' en la capital grancanaria bajo el gobierno socialista.

Por Redacción | Radio Las Palmas

La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Jimena Delgado-Taramona Hernández, visitó los estudios de Radio Las Palmas para analizar los diez años de gobiernos liderados por el PSOE, Nueva Canarias y Podemos en la ciudad. En una entrevista realizada por Dulce María Facundo en el programa Buenos Días Gran Canaria, Delgado no escatimó en críticas hacia la gestión actual y anterior del consistorio, al que acusa de inacción, desidia y desconexión con los problemas reales de los ciudadanos. La diputada popular sostiene que, pese a contar con un presupuesto municipal récord, la ciudad atraviesa una crisis de limpieza, seguridad, movilidad y atención social.

¿Por qué define esta etapa como 'una década perdida'? «Porque después de analizar los datos de gestión desde 2015 hasta hoy, conmemorando el décimo aniversario de gobierno socialista, hemos llegado a la conclusión de que Las Palmas de Gran Canaria ha retrocedido. Hay más presupuesto que nunca —de 300 a 520 millones de euros—, pero los servicios básicos han empeorado. La ciudad está más sucia, más insegura y con menos trabajadores municipales. Con más recursos económicos, uno esperaría una ciudad que funcione mejor, no una en decadencia. Esto no es una opinión, es una constatación basada en números y en lo que los vecinos viven a diario».

¿Qué ha pasado con el personal del Ayuntamiento? «Hemos perdido alrededor de 600 empleados municipales en estos años. No se han convocado suficientes ofertas públicas de empleo, se ha permitido un absentismo altísimo y los trabajadores están quemados. El problema no es de ellos, sino de una estructura sin herramientas ni refuerzos suficientes. Esto repercute directamente en la atención al ciudadano, en la gestión de trámites y en el funcionamiento general del consistorio. Además, se ejecutó un ERE histórico en 2020, con 187 empleados públicos despedidos. Eso no se ha recuperado, y la plantilla está bajo mínimos».

Dulce María Facundo entrevistó en su programa, Buenos Días Gran Canaria, a la popular Jimena Delgado-Taramona.

La limpieza urbana, entre promesas incumplidas y precariedad

Uno de los temas recurrentes ha sido la limpieza urbana. ¿Qué ocurre exactamente? «El sistema de limpieza es mixto, con parte pública y parte privada. Pero se ha desmantelado la parte pública, en contra del discurso de defensa de lo público de quienes nos han gobernado. Han reducido en más de 300 empleados públicos. Por otro lado, los contratos con las empresas privadas llevan años vencidos: desde 2017, 2018 y 2020. Algunos están incluso en situación de ilegalidad. Se prometen macrocontratos por 500 millones de euros, pero no llegan. Mientras tanto, los ciudadanos ven su ciudad cada día más sucia, y con razón se organizan en plataformas como "Las Palmas Siempre Limpia"».

¿Y en materia de seguridad ciudadana? «Estamos muy por debajo del estándar necesario. Tenemos solo 500 policías cuando ciudades comparables como Palma de Mallorca tienen el doble. Además, hay 100 bajas médicas al mes, reconocidas por el propio Ayuntamiento. En cuanto a los bomberos, apenas contamos con 89 efectivos, lo cual es escandaloso para una ciudad de nuestro tamaño. Se han cerrado parques de bomberos por falta de personal. Y todo esto se traduce en una sensación de inseguridad que ya es evidente: casi cada día hay incidentes graves, algo que no era habitual antes en Las Palmas de Gran Canaria».

¿Qué postura tienen respecto al proyecto del Paseo del Guiniguada? «Es el único proyecto que Carolina Darias ha impulsado con fuerza, pero lo ha hecho mal desde el inicio. El concurso de ideas partía de una base errónea, donde no se permitía quitar la losa que cubre el barranco. Los expertos y la ciudadanía pedían abrir el cauce, renaturalizar el espacio, conectar con el mar. Pero el proyecto ganador no contempla nada de eso. Se plantarán unos árboles encima de la losa, se pondrá una bóveda, y los coches seguirán circulando. Encima, ya se han gastado más de dos millones de euros solo en ideas, estudios y redacción. Es un capricho caro y alejado de lo que los ciudadanos esperaban».

Boceto que muestra el estado final que tendrá el proyecto de la MetroGuagua en uno de sus tramos.

La MetroGuagua también ha sido muy criticada por ustedes. ¿Por qué? «La idea original era buena. Las Palmas necesita un sistema de movilidad moderno, rápido y eficiente. Pero el proyecto se ha gestionado de forma desastrosa. Debía durar 4 años y costar 100 millones de euros; ya llevamos 8 años y se estima que el coste real será mucho mayor. El Ayuntamiento ha tenido que devolver con intereses un préstamo del Banco Europeo de Inversiones y, para colmo, la Fiscalía Europea está investigando este proyecto. Carolina Darias prometió que veríamos circular la MetroGuagua en diciembre de 2024. Estamos en junio de 2025 y aún no hay rastro de ella».

¿Qué han propuesto ustedes desde la oposición para aliviar problemas como el tráfico? «Hemos presentado soluciones muy concretas. Por ejemplo, pedimos reabrir la calle Nicolás Estévanez en la zona del Puerto para aliviar los atascos, ya que las obras del Parque Santa Catalina no se iniciarán hasta al menos después del Carnaval de 2026. Esa reapertura permitiría descongestionar la zona, que hoy es una ratonera. Pero, como casi siempre, recibimos un 'no' por respuesta. No hay voluntad de escuchar ni de cooperar con la oposición, y eso acaba perjudicando directamente al ciudadano».

¿Cuál es la situación actual de las personas sin hogar en la ciudad? «Otra gran deuda social del gobierno municipal. El Ayuntamiento reconoce 121 personas sin hogar, pero las entidades del tercer sector hablan de más de 600. Cerraron el centro Gánigo por una plaga de chinches y aún no han habilitado alternativas como la Fábrica de Hielo. Las ayudas de emergencia social tardan meses, se han perdido las tarjetas de alimentos y el IBI social, que debía aliviar a los más vulnerables, ha ejecutado solo el 3% de su presupuesto en años. Es inaceptable, sobre todo viniendo de partidos que dicen priorizar a los más débiles».

Sobre el conflicto en el barrio de Las Torres, ¿qué apoyo están brindando? «Desde el primer momento hemos estado con los vecinos. Son 127 viviendas afectadas por una posible expropiación para construir un parque cuando ya existe otro cercano. Nadie les explicó lo que iba a pasar; lo supieron por nosotros y por los medios. Estamos hablando de más de 800 personas que podrían perder su hogar. Nos parece un despropósito urbanístico, una falta de sensibilidad y de participación ciudadana. Hemos animado a los vecinos a seguir luchando para frenar este atropello y vamos a seguir acompañándolos».

Exposición cultural en la casa museo Castillo de Mata de la capital grancanaria.

La capitalidad cultural, en entredicho por la inacción

¿Qué opinión le merece la marcha del concejal de Cultura y el estado del sector? «Refleja una crisis evidente en el gobierno de Carolina Darias. La cultura ha sido abandonada, pese a que se habla de una capitalidad europea en 2031. ¿Cómo se sostiene esa candidatura si tenemos el Museo Néstor cerrado desde hace 10 años, el Cine Guanarteme sin uso y el Faife clausurado? El sector cultural está agotado, lo dicen ellos mismos. Se sienten abandonados y sin apoyo real. No se puede ser capital cultural europea sin limpieza, sin seguridad y sin una oferta cultural sólida y activa».

A lo largo de la entrevista, Jimena Delgado traza un retrato áspero y sin concesiones de Las Palmas de Gran Canaria. Con datos, ejemplos y un relato cercano al ciudadano, denuncia una ciudad que ha retrocedido en aspectos esenciales como limpieza, seguridad, atención social, urbanismo y movilidad. A pesar del diagnóstico crítico, la portavoz del Partido Popular insiste en un mensaje de esperanza: hay alternativa, hay soluciones, y hay voluntad de construir una ciudad mejor. Delgado cierra con una mirada al futuro y el compromiso de trabajar desde la oposición —y eventualmente desde el gobierno— para que en 2027 comience una nueva etapa para Las Palmas. Una etapa donde el Ayuntamiento escuche, actúe y esté a la altura de lo que merecen sus vecinos.