• Sociedad Cáritas lanza un grito de auxilio ante la crisis social en Canarias

      

    20/06/2025 | 07:00   |   Redacción 

    Cáritas lanza un grito de auxilio ante la crisis social en Canarias

    Caya Suárez, Secretaria General de Cáritas Diocesana de Canarias, detalla en esRadio la gravedad de la emergencia habitacional, la caída de donaciones y el riesgo de cronificación de la pobreza.


    La responsable de Cáritas Diocesana de Canarias, Caya Suárez, fue entrevistada en el programa Es La Mañana en Las Palmas, dirigido por Dulce María Facundo, para analizar el contenido de la Memoria Institucional 2024. La entrevista reveló una preocupante realidad social en las Islas: el sistema de atención social está al límite, mientras aumentan los casos de exclusión, el deterioro de la salud mental y la desesperanza de quienes ya no pueden sostener una vida digna.

    ¿Qué balance general hace Cáritas Diocesana de Canarias en esta Memoria Institucional 2024? «La situación es muy preocupante. Hemos sobrepasado nuestra capacidad económica para atender las necesidades sociales debido a un incremento constante de los gastos operativos, impulsado por el encarecimiento del coste de vida y de los recursos. Al mismo tiempo, nuestros ingresos no han subido, y lo más alarmante es que las donaciones privadas han caído un 24% en el último año. Si la financiación pública no se actualiza y la solidaridad ciudadana disminuye, nos vemos obligados a reducir servicios y reconfigurar el funcionamiento de Cáritas para poder continuar nuestra labor de atención a las personas más vulnerables».

    Uno de los temas más duros que aborda el informe es la emergencia habitacional. ¿Qué realidad están observando en Canarias? «Estamos viviendo una situación límite. Muchas familias con menores se ven obligadas a alquilar habitaciones a precios desorbitados o a vivir en cuartos de azotea, locales comerciales o incluso tiendas de campaña. Hay personas que, aun teniendo un empleo, deben pagar por una cama solo durante unas horas, ya que después la ocupará otro. Este fenómeno, conocido como 'cama caliente', ya existía hace años pero ha resurgido con fuerza ante la actual crisis habitacional. Es una consecuencia directa de una pobreza estructural que se está cronificando y que impide a muchas personas acceder a condiciones de vida mínimamente dignas».

    Políticas que ataquen las causas, no solo los efectos


    ¿Qué respuestas deben darse desde las políticas públicas para enfrentar esta situación? «Es imprescindible que el acceso a derechos sea ágil y esté alineado con la realidad de las personas. Por ejemplo, el Ingreso Mínimo Vital debe renovarse cada seis meses, lo cual es una traba enorme para alguien que no sabe si podrá comer al día siguiente. Necesitamos políticas públicas transversales que aborden las causas de la pobreza desde diferentes ámbitos: vivienda, empleo, protección social. Si se hubieran tomado medidas a tiempo frente a la emergencia habitacional, hoy no estaríamos enfrentando esta pobreza cronificada. No se trata solo de paliar los efectos, sino de atacar las raíces del problema con planificación y compromiso».

    La entrevista coincide con el 70 aniversario de Cáritas Diocesana de Canarias. ¿Qué representa esta efeméride para ustedes? «El lema de este aniversario es '70 años de historia, 70 años de esperanza', porque estamos hablando de miles de historias humanas. No solo de las personas atendidas, sino también del voluntariado que forma parte esencial de esta gran familia. En Cáritas priorizamos actualmente a los colectivos y familias en situaciones más críticas porque no podemos permitir que la pobreza se siga transmitiendo de generación en generación. Acompañamos a las personas desde un enfoque integral, con un compromiso profundo que trasciende las cifras y se centra en la dignidad de cada ser humano».

    ¿Qué papel pueden jugar los ciudadanos y las empresas ante esta realidad? «Todos tenemos una responsabilidad compartida. Como ciudadanos, debemos revisar nuestros estilos de vida, comprometernos en nuestros entornos y evitar reproducir situaciones de desigualdad. Las empresas también deben asumir su responsabilidad social, ya sea mediante donaciones económicas o a través de la prestación de servicios gratuitos que nos ayuden a mantener nuestros dispositivos de atención. Y las Administraciones Públicas tienen la obligación de actualizar sus aportaciones según el coste real de la vida, agilizar convocatorias y resolver pagos a tiempo para que no tengamos que recurrir a pólizas de crédito que comprometan nuestro trabajo».

    La brecha digital también excluye derechos


    Uno de los puntos clave que menciona la memoria es la brecha digital. ¿Cómo afecta esto a las personas sin hogar o en exclusión? «Muchísimo. Una persona sin hogar puede tener un teléfono móvil, pero carece de acceso a herramientas, habilidades y acompañamiento que le permitan realizar trámites administrativos o solicitar prestaciones online. La brecha digital no es solo una cuestión de tecnología, sino de justicia social. Necesitamos dotar a estas personas de medios, pero también de formación y apoyo humano. No basta con tener un dispositivo; es necesario un proceso de acompañamiento que les devuelva la capacidad de gestionar sus propios derechos».

    A lo largo de la entrevista, Caya Suárez ha detallado el contenido de la Memoria Institucional de Cáritas Diocesana de Canarias, subrayando las realidades que enfrentan muchas personas en situación de vulnerabilidad. El recorrido por los retos económicos, sociales y estructurales deja constancia del impacto que la actual situación tiene sobre la atención social. Con motivo de su 70 aniversario, la entidad renueva su compromiso de acompañamiento, mientras continúa apelando a la implicación colectiva como herramienta para sostener su labor y responder a las demandas crecientes de la sociedad canaria.

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