• Sociedad La Casa de Canarias en Madrid mantiene viva la identidad isleña en la capital

      

    16/07/2025 | 09:39   |   Redacción 

    La Casa de Canarias en Madrid mantiene viva la identidad isleña en la capital

    Roberto Miño, presidente de la institución, defiende con orgullo este enclave como espacio de encuentro, cultura, identidad y apoyo emocional para miles de canarios en la península.


    Por Redacción | RADIO LAS PALMAS

    “Somos la novena isla”, afirma con emoción Roberto Miño, presidente de la Casa de Canarias en Madrid y abogado en el bufete Cremades & Calvo Sotelo. Desde el barrio de Malasaña, la sede actúa como embajada sentimental y cultural de Canarias en la península. Por sus instalaciones pasan cada año entre 8.000 y 9.000 personas, lo que la convierte en un verdadero punto de encuentro para residentes, estudiantes, artistas, familias y visitantes que buscan reencontrarse con sus raíces o descubrir el alma isleña.

    En una conversación cercana y reveladora con Dulce María Facundo en el programa Buenos Días Gran Canaria, emitido ayer por Radio Las Palmas, Miño ofreció una radiografía actual de esta institución con 72 años de historia y un presente vibrante.


    Gastronomía y cultura como anclas de identidad

    Uno de los motores del resurgir de la Casa ha sido “El Tenderete”, el espacio gastronómico ubicado en los bajos del edificio. Más allá de las papas arrugadas, las garbanzas o el vino de Tacoronte, este restaurante ha sido clave para recuperar la vida social y emocional del lugar. “La gastronomía es fin y medio”, explica Miño. “A través de ella hemos conectado con miles de personas y creado puentes hacia otras iniciativas”.

    El Tenderete no solo atrae al público por sus sabores, sino también por su apuesta por el producto local y su papel como escaparate del sector primario canario. Cada pocos meses se celebran jornadas temáticas con chefs y sumilleres de las islas, que presentan novedades y promocionan productos ante restauradores de todo Madrid.

    Un refugio en la capital y un trampolín para los canarios

    La Casa de Canarias en Madrid no es solo un centro cultural o gastronómico. También funciona como lugar de apoyo y acompañamiento para quienes aterrizan en la ciudad sin red de contactos o en momentos difíciles. “Nos gusta tender la mano”, señala Miño. “Madrid puede ser bonita, pero también muy dura. Queremos que quien no lo esté pasando bien sepa que aquí tiene una puerta abierta”.

    Además, la institución actúa como plataforma de proyección para artistas, creadores, escritores o deportistas canarios. En sus paredes cuelgan exposiciones de ilustradores y caricaturistas; en sus salas se presentan libros y discos; y en su programación hay espacio para el folclore, el deporte y cualquier iniciativa que ayude a visibilizar lo canario fuera de las islas.

    La romería que conquistó Madrid

    Una de las joyas del calendario es la Romería Canaria en Madrid, organizada por la Casa desde hace ocho ediciones. “Cuando propuse la idea me llamaron loco”, recuerda Miño. Hoy, esa “locura” reúne a más de 2.000 personas y se ha convertido en el evento canario más multitudinario fuera del Archipiélago.

    Con actos institucionales, homenajes, paseos por las calles céntricas de Madrid, comida típica y verbenas con artistas como Besay Pérez, Caco Senante o los Sabandeños, la romería se ha convertido en una referencia nacional. Incluso hay canarios que residen en las islas y viajan a Madrid solo para participar. “Nos hace una ilusión inmensa”, confiesa Miño.


    Un futuro que se construye con comunidad

    Las redes sociales de la Casa de Canarias son hoy un canal esencial para conocer su agenda. Facebook, Instagram y su página web difunden con antelación cada evento, pero Miño insiste en que la mayor riqueza está en el día a día. “Estamos abiertos todos los días menos los lunes. Siempre hay algo ocurriendo”, apunta.

    Recientemente, la Casa celebró el gesto simbólico del “modo canario” en el reloj de la Puerta del Sol. “Cada vez hay más orgullo por lo nuestro. Antes te miraban raro, ahora todos queremos mostrar y defender nuestra cultura fuera”, asegura Miño. El presidente, que pasará el verano en Las Palmas de Gran Canaria con su familia, se despide reafirmando la vocación de esta “novena isla” en Madrid: “Queremos ser hogar para los nuestros, aquí y siempre”.

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