El nuevo Plan General de Ordenación Urbana prevé expropiaciones y zonas verdes donde hoy existen viviendas construidas por generaciones de familias.
Vecinos del barrio de Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria, alzan la voz contra un plan urbanístico municipal que, según denuncian, implicaría la desaparición de buena parte de sus viviendas. Aseguran que la propuesta fue elaborada sin informar a los afectados y temen que se trate de una operación especulativa disfrazada de renovación urbana.
Pedro Hernández y Amador Pérez, vecinos de Las Torres, junto a Dulce María Facundo durante la entrevista en Radio Las Palmas.
Un plan urbanístico que borra casas y levanta torres
La alarma estalló entre los residentes del histórico barrio de Las Torres cuando, casi por casualidad, algunos vecinos se enteraron de que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) contempla la transformación radical de su entorno. Según explicaron Pedro Hernández y Amador Pérez, vecinos del barrio entrevistados en Buenos Días Gran Canaria de Radio Las Palmas, dirigido por Dulce María Facundo, el plan incluye la eliminación de las viviendas de autoconstrucción para reemplazarlas por zonas verdes y bloques de hasta diez plantas.
La situación ha generado indignación por la forma en que se ha gestionado el proyecto. “Nos hemos enterado por vecinos y asociaciones, no por el Ayuntamiento”, denunció Hernández. Aseguran que la documentación técnica es incomprensible y que no han recibido notificaciones oficiales. Las sospechas aumentaron cuando representantes públicos negaron conocer el contenido del plan. “La concejala de distrito ni siquiera sabía de qué le hablábamos cuando le llevamos las 157 hojas del documento”, manifestó Pérez.
Un barrio construido con sudor
Para los vecinos, la gravedad del asunto no es solo administrativa. El barrio de Las Torres, con más de 100 años de historia, fue levantado con esfuerzo colectivo por familias venidas de distintos puntos de Gran Canaria y otras islas. “Hicimos las aceras, los bordillos, todo, y ahora lo quieren borrar de un plumazo”, lamentó Pérez. A esta incertidumbre se suma la presión de inmobiliarias que ya rondan el barrio con ofertas de compra, un fenómeno que muchos asocian con los primeros pasos de un proceso especulativo.
El temor generalizado es que se repita lo ocurrido en zonas como Guanarteme, donde la revalorización urbanística desplazó a los residentes originales. “Están jugando con nuestro santuario, con nuestras casas, con nuestros hijos y nietos”, dijo Pérez emocionado. Los vecinos temen que la transformación del barrio responda más a intereses económicos que a necesidades sociales, y denuncian que no se ha evaluado el impacto sobre la infraestructura, ya de por sí obsoleta, que sufriría con el aumento de densidad poblacional.
Movilización vecinal para frenar el desarraigo
Las Torres se moviliza. Tras una reunión con más de 300 personas en la asociación de vecinos de Las Torres Altas, se han convocado nuevas asambleas y concentraciones. El próximo lunes 23 de junio frente al Auditorio Alfredo Kraus y el viernes 27 en la Plaza de Santa Ana, vecinos exigirán la retirada del plan. “No queremos alternativas, queremos que desaparezca esta amenaza”, sentenciaron. Mientras tanto, la comunidad se aferra al valor de su barrio y a la esperanza de que sus voces sean escuchadas.
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