El diseñador grancanario celebra veinte años de trayectoria y se reencuentra con la esencia que le devolvió la ilusión de crear.
Por Redacción | RADIO LAS PALMAS
Arcadio Domínguez, referente de la moda canaria, conversó con Dulce María Facundo en Radio Las Palmas. En una charla cercana y conmovedora, el diseñador repasó sus inicios, la crisis que casi lo lleva a cerrar su firma y el renacer que hoy lo impulsa con nuevas colecciones y proyectos. Su voz, cargada de naturalidad y sinceridad, dejó entrever que el viaje artístico aún no ha concluido.
La crisis y las caretas
Hace unos meses se publicó que pensabas cerrar tu firma. ¿Qué ocurrió para llegar a esa decisión?
Después de veinte años sentí que ya lo había contado todo. La última colección, que celebraba el aniversario de mi marca, me dejó con la sensación de despedida. Estaba atravesando una crisis personal y profesional, un desamor hacia mí mismo como artista. Además, la internacionalización me llevó a usar caretas que no eran mías. Tras dos años intentando encajar en ese papel, esas máscaras se me cayeron.
El reencuentro con la pintura
Sin embargo, no cerraste. ¿Qué hizo cambiar tu rumbo?
Lo primero fue reencontrarme con la pintura, que siempre ha sido mi lenguaje natural. Pintar fue terapia y alivio. Y lo decisivo llegó el 14 de febrero, en una reunión con El Corte Inglés. Yo iba a comunicarles que cerraba, pero aquella conversación se convirtió en un reencuentro con mi historia. Me di cuenta de que aún no la había terminado de contar, y acepté el reto de una nueva colección para verano de 2025.
¿Cómo describirías ese renacer?
Ha sido un proceso de volver a lo esencial, a mi apellido, a coser lazos uno a uno, al contacto directo con mis clientas. Me he desapegado de la grandilocuencia para recuperar el fuego lento, la calma y el detalle. Cuando anuncié que seguía, sentí como si levantara la mano en la calle Triana y la gente viniera a abrazarme diciendo “vamos contigo”. Ese apoyo de clientes, proveedores y prensa fue un impulso enorme.
Un nuevo impulso creativo
Hoy ya trabajas en colecciones futuras. ¿Qué te motiva en esta nueva etapa?
Estoy inmerso en plena producción y bocetando la primavera-verano de 2026. Mi inspiración nace de lo cotidiano y me ilusiono con pequeños detalles, como recibir un bloc de notas amarillo y sentirme en una película de Woody Allen. Esa capacidad de sorprenderme me mantiene vivo. Además, cuento con el apoyo de mi círculo cercano, en especial de mi amiga Ana Bravo de Laguna, a quien considero la madrina de este renacimiento.
Después de todo lo vivido, ¿qué significa hoy Arcadio Domínguez?
Sobre todo, soy artista, no empresario. Me apasiona crear y ese es el motor que me mueve. He aprendido que la sinceridad es mi fuerza y que mi “mundito” de color y fantasía sigue latiendo con la misma intensidad que cuando empecé en 2003. Y como dije en la entrevista: de esta no me bajo.
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