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Actualizado: Miércoles, 17 de Abril de 2024
Josefa Hernández salió ayer de la cárcel de Tahíche bajo la condición de no cometer ningún delito y derribar lo construido ilegalmente.
Natàlia Navas
La Audiencia de Las Palmas ha decidido dar una segunda oportunidad a Josefa Hernández para que siga disfrutando de la libertad con sus hijos y nietos, pero también le ha advertido de que si ha pasado tres días en prisión, es básicamente por su culpa. La sección primera de la Audiencia hizo público ayer por la tarde el auto que ha permitido a Hernández, de 63 años, abandonar la prisión de Tahíche 24 horas antes de que el Consejo de Ministros la indultase.
La decisión del tribunal no tiene nada que ver con la medida de gracia que previsiblemente le va a otorgar el Gobierno, sino con que los magistrados consideran que Josefa Hernández es una persona de "escasa peligrosidad", que "ahora sí", subrayan, manifiesta una disposición "aparentemente firme" de cumplir su sentencia.
"Vaya por delante que los argumentos de la magistrada de instancia para denegar la suspensión de la pena privativa de libertad no nos parecen, para nada, insensatos ni descabellados, sino sólidos y consistentes, porque lo cierto es que la condenada no ha procedido a la demolición de lo ilegalmente construido", razona el magistrado Miguel Ángel Parramón en nombre del tribunal.
La Audiencia recuerda a Josefa que sus circunstancias personales ya fueron tenidas en cuenta en su momento para imponerle la condena que corresponde a los delitos contra la ordenación del territorio en su grado mínimo. Pero se le impone dos condiciones, la primera, no podrá cometer delito alguno en cinco años y, segundo, deberá derribar lo ilegalmente construido en seis meses.
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