Escúchanos: 97.3 FM Norte
Escuchar en directo
Actualizado: Martes, 16 de Abril de 2024
La Audiencia de Las Palmas ha condenado a ocho años de cárcel a un joven de 23 años que agredió sexualmente a su exnovia tras pasarse días enviándole mensajes en los que amenazaba con violarla y darle una paliza.
La Audiencia de Las Palmas ha condenado a ocho años de cárcel a un joven de 23 años que agredió sexualmente a su exnovia tras pasarse días enviándole mensajes en los que amenazaba con violarla y darle una paliza.
Los hechos ocurrieron a partir de marzo del año pasado, cuando se rompió la relación que el procesado, Rayco S.M, de 23 años, había mantenido con una vecina del municipio de Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria).
La sentencia considera probado que, a partir de esa ruptura, el procesado envío varios mensajes de voz por Whatsapp a su expareja, en la que profería todo tipo de insultos contra ella, le amenazaba con vejaciones y palizas y le anunciaba que la iba a violar.
Esta última amenaza se consumó el 2 de mayo de 2014, cuando la mujer permitió que Rayco S.M. entrara en su vivienda a recoger sus pertenencias, circunstancia que este aprovechó para agredirla sexualmente, tras vencer su resistencia a base de golpes.
El procesado reconoció durante el juicio que esa noche mantuvo relaciones sexuales con su exnovia, pero alegó que fueron consentidas. Sin embargo, el tribunal considera que existen varios indicios que corroboran la versión de la denunciante.
El primero de ellos reside en el contenido de los mensajes amenazantes, que anunciaban una serie de ataques sexuales que se cumplieron el día de los hechos. Y el segundo, en las lesiones y hematomas que la mujer presentaba en distintas partes del cuerpo, en entre ellas la cabeza y los muslos, cuando interpuso la denuncia.
La Audiencia de Las Palmas declara a Rayco S.M. culpable de un delito de agresión sexual en concurso con otro de malos tratos, de otro delito de amenazas y de una falta de vejaciones.
La sentencia le condena a pagar una indemnización 20.000 euros por daños morales y físicos, a estar en libertad vigilada durante cinco años una vez que haya cumplido la pena de prisión y a no poder acercarse ni comunicarse con su exnovia durante 17 años
En directo
